Obsesionario en Gris Mayor

¿A cuántas batallas?

lunes, 28 de julio de 2014

Y ni mil soles

Instintivamente, cuando empiezan mis vacaciones de invierno que a lo sumo son dos semanas y que es también cuando empieza el frío, uno hace menos cosas para realizar otras cosas un poco más productivas y que te llenan aunque sea un poco más el alma, entiéndase dormir. Y cómo había dicho la vez pasada qué felicidad es felicidad si no hay sueños de por medio.
Si bien, irónicamente, en estos días de vacaciones que pasaron hice otras cosas en vez de dormir, empecé a ver series que en mi vida pensé ver, y sigo enganchado a ésas. Tuve tiempo para leer, aunque fueron la mayoría libros de nena, no me arrepiento y las siestas no las dormí tanto.
Además jamás fui tan feliz, estuve una semana viéndola y es que verla se asemeja al cielo. Que mirarla es igual a habitar allí, aunque sea un instante, y es que con ella los instantes son eternos. Con ella la eternidad parece tan cerca y tan fácil de ser alcanzada, que no hay otra cosa que pueda hacer sino amarla. 
Bien que al final puedo estar equivocado, pues la eternidad a veces no es lo mejor, ella me lleva al infinito, y es que con ella empieza, y es que allí ya digo todo. Bien que ella hace de abril un mes más lindo.
Ella me lleva al fin del mundo, sin necesidad de una TARDIS. Ella que sueña conmigo y yo no soy capaz de devolverle el favor. Ella que no sabe que no hay otra cosa que haga sino pensarla constantemente. Ella que es todos mis latidos. Ella que es mi amorcito. Ella que es mi doctora.
La verdad no escribí mucho. Pero sí lo que quería. La amo y es lo que quiero que sepa. Y lo sabe. Y ni mil soles, me llenan como vos. Feliz tres meses. Contigo soy ambidiestro en todo. Contigo sólo puedo... ganar.

★ EscuchandoComo el cangrejo