Obsesionario en Gris Mayor

¿A cuántas batallas?

martes, 5 de abril de 2011

Y sin embargo

Cansado de esperar a que el destino juegue limpio y deje de ser tan malevolente, mi ser, inquietado por las ocasiones en la que la puede ver sonreír, se divierte entre los suspiros que se escapa de su boca de fresa.
Y a pesar de que se rebusca y desea encontrar como sea, una estrategia que le permita poder ser un poco más valiente, ha aceptado, de que llegará aquel día en que su canto sea sólo para él.
Dejando de hablar de mí en tercera persona, y perdido entre progresiones aritméticas, he llegado a la conclusión de que la única razón eres Tú. Tú eres todas mis razones.
Hoy, la Luna que se jactaba de ser la protagonista de todos mis sueños y delirios ha dado un paso al costado y ha cedido su lugar a la amante inoportuna de turno (entiéndase la soledad), que por supuesto ya tiene todo planeado, solo busca un mejor puesto para ver más de cerca como de una vez por todas se retira mi esperanza.
Sin embargo, los latidos de mi corazón son inversamente proporcionales a la distancia en que ella se encuentra, así que, a mi corazón y con mis silencios, sólo espero lo mejor.
Saludos a la chica que me escribe e-mails, gracias por la comprensión, y perdón por las desapariciones sin explicación alguna, no es nada personal, son negocios.


Escuchando: Usted

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